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Caminando a Nuestro Lado


Para comenzar nuestra nueva etapa, nuestros primeros guías son dos discípulos que muy desanimados se dirigían al pequeño pueblecito de Emaús. En ese mismo momento un peregrino que ellos no conocían se les acerca y se pone a caminar y a hablar con ellos. Él les explica todo lo concerniente a Jesús, a la necesidad de perecer en manos del hombre para liberarlos de la muerte. Cuando ya era tarde ellos le invitan a quedarse y comer. Este peregrino toma el pan, lo bendice, lo parte y se los da y en ese preciso momento ellos se dan cuanta de que el era Jesús, que no lo habían reconocido y que había desaparecido. Volvieron a Jerusalem y allí contaron lo sucedido a los discipulos.

Muchas veces nosotros mismos nos comportamos como estos dicípulos de Emaús, no vemos a Cristo que camina junto a nosotros todos los días y en cada momento. A veces las preciones de la vida diaria, de nuestro entorno, nuestras frustraciones, nuestra ira e incluso nuestra felicdad nos cega y nos impide divisar y sentir la presencia de Dios en nuestras vidas.

Otra cosa que comunmente nos pasa es que no ponemos la suficiente atecion y necesitamos estar en constante alerta para poder sentir Dios. De igual manera la velocidad de la vida diaria, como nos mostraba el cuento "El Ladrillazo", nos impide preocuparno por otros y dejar que Dios actue en nosotros mismos. Muchas veces el mismo ser humano es el que impide que Dios se acerque y actue a favor del hombre. Nosotros no dejamos que Cristo se nos manifieste y somos una tranca para el actuar de Dios. Nos dejamos manipular por otros, nos dejamos amedrentar y muchas veces no vemos no vemos a Dios por eso mismo.

Sólo me que da decirles una cosa más: Sean valientes y no sean como los discípulos de Emaús que necesitaron un signo para reconocer a Cristo en sus vidas. Sean como ese pequeño niño que vio a Dios en una viejecita.

Les dejo abajo los videos del documental que vimos, la coreografía y los cuentos.

Descarga el video Buena Memoria aquí.

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Puedes descargar el video de la atención aquí




Aqui puedes descargar el baile para la caminata



Aquí puedes descargar los cuentos

Estar, predicar, expulsar


"Después subió a la montaña y llamó a su lado a los que quiso. Ellos fueron hacia él, Jesús instituyó a Doce para que estuvieran con él, y para enviarlos a predicar, con el poder de expulsar a los demonios. Así instituyó a los Doce: Simón, al que puso el sobrenombre de Pedro; Santiago, hijo de Zebedeo, y Juan, hermano de Santiago, a los que dio el nombre de Boanerges, es decir, hijos del trueno; luego, Andrés, Felipe, Bartolomé, Mateo, Tomás, Santiago, hijo de Alfeo, Tadeo, Simón, el Cananeo, y Judas Iscariote, el mismo que lo entregó."

Y con esta frase hemos puesto fin a nuestra primera etapa como comunidad. Nuestras búsquedas han sido escuchadas y ahora es tiempo de ponerlas en las manos del Señor y reconocernos como hijos de Dios.

Esta etapa comenzó con una simple pregunta: ¿Qué buscan? Muchos quizás no hemos respondido a esta pregunta, pero aún así nunca es tarde para buscar una respuesta. Ahora hemos recibido un nuevo mensaje, una nueva tarea que nos dará la conciencia para vivir esta nueva etapa en nuestras vidas.

Cuando todos recibimos el llamado, cuando Jesús llamó "a los que el quiso" no nos llamó sin algún motivo. Tenemos que teber por seguro que todo esto tienen un fin. ¿Y como descubrimos ese fin? Fácil, nos dejó tres tareas. La primera estar con Él. Sólo pensar en el una vez al día, agradecer, rezar, pedir, no sé. Sentir la presencia de Cristo en nuestras vidas, aprender a verlo en las pequeñas cosas, hablar con Él, pedir su consejo, leer su palabra y la más importante, escuchar su mensaje en la eucaristía. No es tan complicado como muchos piensan. Sólo con querer y hacerlo. Recuerden que en las pequeñas cosas están las cosas más grandes.

La segunda petición de Jesús dice que nos llamó "para enviarnos a predicar". Hay muchas formas de hacerlo. Para predicar no es necesario ser un letrado en religón ni filosofía. Sólo tenemos que transmitir nuestra experiencia. Aconsejar a otros, acompañar en el silencio, apoyar, ayudar, calmar, orar por alguien, eso es predicar.

Y finalmente nos entregó un poder, nos envió "con poder de expulsar demonios". Con poder de expulsar esos demonios que día a día nos están acompañando. Las envidias, el odio, el sentirse mal, la depresión, etc. Son muchos los demonios que habitan en este mundo y nosotros, por ser llamados por Jesús tenemos el poder de expulsarlos.

Bueno, así es como pasamos de ser "buscadores" a ser "amados" así comenzamos una nueva etapa. Felicitaciones a todos por haber aceptado este llamado.